Bruselas, obligada a revisar la situación de Grecia tras la victoria de Syriza

El triunfo de la izquierda en Grecia inaugura un nuevo sistema de partidos y obliga a la Unión Europea a reflexionar sobre las políticas anticrisis, cuyos éxitos no son precisamente muchos.

Las urnas mandan y Alexis Tsipras abre una nueva era política. Bruselas está obligada a revisar la situación de Grecia tras la victoria de Syriza. El triunfo de la izquierda en este país rescatado inaugura un nuevo sistema de partidos y obliga a la Unión Europea a reflexionar sobre las políticas anticrisis, cuyos éxitos no son precisamente muchos.

De entrada, Syriza ganó las elecciones griegas y prometió acabar con la austeridad, según le dijo Alexis Tsipras, su líder, a los seguidores de Syriza en Atenas. Tsipras da por hecho que Grecia "deja atrás la austeridad del desastre, el miedo y cinco años de dolor".

El partido de Tsipras venció con un 36,2% de los votos, ocho puntos por encima de Nueva Democracia, del primer ministro Samarás. Syriza se queda, pues, a las puertas de la mayoría absoluta. Mientras, los neonazis de Aurora Dorada se convierten en la tercera fuerza. El Pasok es ya el Titanic socialista. Los resultados condenaron al partido de Venicelos.

Mientras la Unión Europea se prepara para negociar con Syriza, los socialdemócratas europeos ofrecen apoyo a Tsipras y creen que reestructurar la deuda "no debe considerarse tabú". Todo parece indicar que la depreciación del euro se alargará tras el vuelco electoral en Grecia. La divisa europea prolonga así la tendencia de las últimas semanas.

Desde España, Podemos dice que Syriza marca un nuevo tiempo que llegará a su país. Pablo Iglesias, tras la victoria electoral de la formación izquierdista griega, fue claro: “Llega la esperanza (a España)”.