Como cada año, los humoristas gráficos de todo el mundo con sus obras satíricas celebran la Navidad y la llegada del nuevo año. Estas fechas sirven de pretexto para referirse a los males del planeta en que vivimos, a la desigualdad social, la crisis económica, los inmigrantes que huyen de las guerras, la corrupción política y otras adversidades que afectan a millones de personas. El humor, al ser arriesgado y no tener fronteras en el país de la imaginación, es capaz de abordar creativamente, con sus armas desacralizadoras, cualquier tema de la vida social.
A todos los lectores de MUNDIARIO les deseamos un 2016 diferente, con cambios sustanciales en la política que mejoren la vida de millones de personas, con ilusión, trabajo, y una sanidad y educación públicas de muy alto nivel, sin más recortes, y en contra de la corrupción, el enchufismo y la ilegalidad. ¡Todo tiempo futuro tiene que ser mejor!
