ÁLBUMES

La aldaba, más allá de ser útil para llamar a la puerta

La arquitectura, sus formas y diseños, tienen siempre el componente humano capaz de llamar nuestra atención, dada su belleza y creatividad. La aldaba, ese elemento singular que servía para llamar a la puerta de algún vecino, dando golpes, es ya un objeto histórico, que ha sido sustituido por el timbre eléctrico. Pero no podemos negar que muchas aldabas son verdaderas piezas de arte. Y muchas de ellas sobreviven en las casas, palacios e iglesias de las zonas antiguas de las ciudades. Si caminamos y observamos con detenimiento veremos también que las puertas son muy fotogénicas. Es curioso comprobar que pese a que cada ciudad es distinta, las puertas del mundo son muy parecidas... quizá porque tras ellas la gente siente y busca lo mismo en todos los sitios. En el fondo somos todos iguales. Hoy, la frase “tener buenas aldabas” que significaba tener amistades poderosas, ha dado paso al dicho “quien tiene un amigo, tiene un tesoro”.
La aldaba, más allá de ser útil para llamar a la puerta
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